Conceptual


MARCO TEÓRICO
TERRITORIO E IDENTIDAD:

El territorio definido desde Gerardo Ardila plantea el territorio “como lugar donde se concreta y habita lo sagrado, lo simbólico y lo mítico” y “en el territorio, habita el tiempo de la historia que se manifiesta y representa en el espacio. Allí se enraízan la memoria, el tiempo y todas las metáforas de la sociedad, para dar existencia física a los sentidos de identidad y pertenencia. La identidad siempre se refiere a la multiplicidad de relaciones territoriales en las que tenemos que movernos a cada segundo de nuestra existencia”  por lo que invita a  “que revisemos nuestras ideas acerca de la relación entre la sociedad y la naturaleza para que podamos “negociar” el acceso a la naturaleza con base en el establecimiento de reglas claras que delimiten los derechos y deberes de cada individuo, de cada comunidad, y de cada una de las sociedades”.

LA ESCUELA Y EL ENTORNO:

El mundo de hoy está en permanente cambio  por la globalización, ésta afecta lo económico, político, cultural y ambiental; todo esto lleva a perder la identidad en los contextos locales. Los problemas nacionales y del campo no son estudiados por la escuela, ésta está descontextualizada, por lo tanto la educación está desconectada de su entorno”, por ello “existe carencia de comprensión global y análisis de los procesos y conflictos sociales y culturales” (William Fernando Torres).

Según Paulo Freire “la educación busca la promoción de las comunidades  para que al ser conscientes de sus potencialidades y valores, adquieran la capacidad de decidir sobre su vida, constituyéndose en protagonista de su propio desarrollo”. Es una apuesta por una nueva estética de la vida donde el desciframiento, la comprensión y la crítica ayuden a procesar y asumir la vida con sus goces, traumas, pasiones, emociones, sentimientos, liberándolos con música, danza, teatro, pintura, expresión corporal etc. Sin la cual no es posible una educación que se llame Popular.  Sustenta una pedagogía en la que el individuo aprende a cultivarse a través de situaciones de su vida cotidiana. El sujeto debe construir su realidad a través de las circunstancias que generan el devenir cotidiano. Los textos que el individuo construye, le permite reflexionar y analizar el mundo en que vive, pero no sólo para adaptarse a él, sino para transformarlo.

Desde la  mirada global de (Erik Wolf) “La utopía del campesino es la aldea libre, no molestada por recaudadores de impuestos, reclutadores de mano de obra, grandes terratenientes y funcionarios, gobernados pero nunca gobernantes; los campesinos carecen también de toda familiaridad con la operación del Estado como una maquinaria compleja; sólo ven en ella un “frío monstruo”. Para el campesino el Estado es una cantidad negativa, algo que debe ser sustituido tras breve penitencia por su propio orden social “casero”. Cree que tal orden puede funcionar sin el Estado; por lo tanto, los campesinos en rebelión son anarquistas naturales.

En su tipología Wolf distingue dos tipos de campesinos. El primero corresponde a los campesinos latinoamericanos de la alta montaña, especialmente de Perú y de México. Este tipo de campesino destina parte de la producción a la subsistencia y explota la tierra por medio de una tecnología tradicional, grandes esfuerzos físicos y trabajo manual. Se trata de una comunidad pobre.

El segundo tipo descrito por Wolf se refiere al campesino latinoamericano que se distribuye en las tierras húmedas de la baja montaña y las tierras bajas tropicales, especialmente del Brasil y de Puerto Rico. Este campesino surge en respuesta a la creciente demanda de cosechas para el mercado que acompañó el desarrollo del capitalismo europeo. Este tipo de campesino se integró a los mercados de la economía mundial a finales del siglo XIX y principios del XX, a través de productos como el banano, el cacao, el café o la caña de azúcar. Recibió la capitalización del exterior, pero sus cultivos eran de pequeña escala e intermitentes. (Wolf, 1977: 40-50)

Según la ambientalista colombiana Tatiana Roa Avendaño, “La realidad del campo colombiano, escenario del conflicto armado, ha sufrido importantes trasformaciones en los últimos años. Hay una tendencia regresiva de los cultivos transitorios mientras que los de ciclo largo evidencian un fortalecimiento. Esta tendencia ha estado asociada a conflictos en torno a la tierra, al desplazamiento, a precarias relaciones laborales, y a los subsidios o apoyos estatales.”

MAESTRO-NIÑO Y NIÑA- PADRES- COMUNIDAD- POR UNA ESCUELA TRANSFORMADORA DE REALIDAD:
Para responder a estas demandas se retoman los aportes de los siguientes pensadores:

Lev S. Vygotsky: su teoría permite señalar que el desarrollo humano no puede entenderse sin tomar en cuenta los cambios históricos – sociales, que afectan de alguna manera el comportamiento del individuo, dentro de un grupo y las leyes que rigen sus acciones, y se encuentran explícitos en los estudios que establecen las leyes relacionales, ya sea dentro de un contexto familiar o mucho más amplio en la sociedad. Vygotsky enriquece el principio de “aprender a pensar” y de “aprender a aprender” partiendo desde la experiencia, las percepciones y las exploraciones concibiendo el aprendizaje como una construcción individual y colectiva de conocimiento.

Peter McLaren: introduce el cuerpo como primer contexto e invita que la construcción política del conocimiento sea crítica frente al capitalismo.

Paulo Freire: orienta el principio de “aprender  sospechando” cuya implicación didáctica exige manejo de la pregunta como punto de partida para el aprendizaje significativo y el camino a la investigación. Él  invita al maestro a reflexionar sobre lo que debe pensar, hablar y hacer y de manera crítica sobre la práctica educativa a la que llama “progresista”.  De igual manera invita a hacer de la educación una obra de arte y del docente un artista. Su pensamiento incita a que las relaciones sean abiertas al diálogo para transformar el mundo, con amor, humildad, sin sentirse superior a nadie, pues “es el amor la transformación definitiva”. La pedagogía de la esperanza que propone es una alternativa para el cambio del mundo global contemporáneo, pues “no hay cambio sin un sueño, como no hay sueño sin esperanza” y la esperanza se sueña desde las posibilidades.

Celestine Freinet: Educación y comunicación son una misma cosa.  Es por ello que el niño es autor de sus propios textos y comunicador de ellos, porque los crea para compartirlos con los demás compañeros, con la familia y vecinos del pueblo. Corrige por sí solo los errores por él producidos en el texto y lo hace para compartir sus buenas creaciones textuales con personas de otras partes, dando a conocer sus vidas, su territorio; y permitiendo que otros den a conocer sus propios escritos. A esto se le conoce como diálogo a distancia. Esta labor individual, colectiva y comunicativa  en el niño, le permite  liberarse en su interior, sintiendo en él la necesidad de actuar, buscar y crear. El texto libre y para comunicarlo hace del niño un actor curioso, creativo, investigativo, amante al estudio, crítico-reflexivo; su vida está ligada a lo que escribe y comunica.

HACIA UNA ESCUELA POPULAR:

Celestin Freinet y Paulo Freire proponen la Pedagogía Popular, que parte de la vida del estudiante, de sus contextos y forma para la vida, en la vida y con la vida; así  las didácticas son útiles para comprender la vida. La “educación para el trabajo” en palabras de Freinet, asumida como actividad organizada, cooperativa y responsable; como actividad útil al individuo y al grupo; como instrumento de aprendizaje individual y social. Y en palabras de Freire es la “pedagogía del oprimido”.

PERFIL DEL MAESTRO:

De acuerdo a la problemática mencionada anteriormente, a la globalización, a la opresión; es urgente y necesario un maestro que según Jesús Martín Barbero pueda tener estas cualidades “Que sea capaz de convertirse en formuladores de problemas, provocadores de interrogantes, coordinadores de equipos de trabajo, sistematizadores de sus experiencias y facilitadores del diálogo entre generaciones” y el maestro William Fernando Torres para el departamento del Huila propone un maestro “Que pueda orientar al sujeto para que pueda convertirse en el tipo de sujeto que actúe ante la globalización de la economía y la cultura y asuma críticamente las culturas de las que procedemos”. También es relevante que el maestro conozca las pedagogías aquí expuestas y sus pensadores, que las viva y aplique.

PENSAMIENTO HISTORICO:
Para comprender el porqué de la ideología de los actores de la sociedad, desde una mirada global que permita desentrañar las causas de su trasformación social, natural, política, cultural y educativa, se toma como centro de preocupación  e investigación actual, el estudio de la misma desde sus transformaciones, sus crisis y su reconstrucción permanente en un sentido histórico-social. Para esta reconstrucción con sentido local se requiere tejer desde sus propias memorias, los procesos vividos en sus relaciones con su territorio, mediante el Pensamiento Histórico, el cual abarca 6 categorías como “formas de generalización consiente de modos universales de la relación del ser humano con el mundo”. Las categorías: tiempo, espacio, narrativa, relación, política y economía no son asignaturas por separado, son una forma integral de ver y comprender las cosas.

En la construcción de esta  identidad se requiere recuperar la memoria de los procesos vividos en relación al territorio, mediante el Pensamiento Histórico, el cual abarca 6 categorías como “formas de generalización consiente de modos universales de la relación del ser humano con el mundo”. Las categorías, tiempo, espacio, narrativa, relación, política y economía no son asignaturas por separado, son una forma integral de ver y comprender las cosas.

El tiempo es un componente permanente y transcendente en la experiencia de los seres humanos, las sociedades y el medio ambiente. Los contactos, las interacciones y procesos de transformaciones que se producen entre las personas, las sociedades y el entorno, moldean, a través del tiempo, las formas de ser y vivir de cada uno de ellos (Marc Bloch).

La categoría espacio hace referencia a la influencia de la vida social y la vida humana en el medio, acentuando que las transformaciones que se dan allí derivan de la relación que se establece mutuamente entre el hombre y el medio natural, lo cual puede verse evidenciado en múltiples problemáticas de orden mundial y local que afectan el presente y el futuro: organización y uso de espacios públicos, la desigualdad espacial y social, el cambio climático, los ecosistemas urbanos, la interrelación agua-ciudad, catástrofes naturales, las implicaciones de considerar el agua como bien común, el impacto de métodos agrícolas en el ambiente, los problemas ecológicos, la necesidad de políticas ambientales entre otros.

El estudio del espacio geográfico requiere hacerse desde tres perspectivas: el espacio objetivo, como compresión de fenómenos naturales, el espacio subjetivo, donde involucra comprender la relación que el individuo establece con el espacio de manera continua y el conjunto de percepciones que le permiten tener una imagen mental de éste, y el espacio como producción social, donde se asume el espacio como construcción histórica en los procesos de apropiación y construcción espacial de la sociedad, dinámicas económica y problemáticas sociales y ambientales.

La narrativa en el estudio de la identidad, se toma en la exploración de posibilidades textuales y discursivas presentes en las concepciones del mundo que  generan un proceso de creación o explicaciones de lo social y cultural. La narración es ya conocida como teoría o ciencia cognitiva por Bruner J, donde señala que “ se ocupa de las intenciones y acciones humanas y de las vicisitudes y consecuencias humanas que marcaron su transcurso” argumenta que contar es un procedimiento opuesto a lo lógico y lineal, pues surge allí lo sorpresivo, anómalo, irregular e inesperado.
En la categoría relacional se plantea “El ser es relación” donde establece contacto con todo lo que le rodea a lo largo de su desarrollo humano. En tal sentido, “el desarrollo humano no puede entenderse sin tomar en cuenta los cambios históricos – sociales, que afectan de alguna manera el comportamiento del individuo, dentro de un grupo y las leyes que rigen sus acciones, y se encuentran explícitos en los estudios que establecen las leyes relacionales, ya sea dentro de un contexto familiar o mucho más amplio en la sociedad” enriquece el principio de “aprender a pensar” y de “aprender a aprender” partiendo desde la experiencia, las percepciones y las exploraciones concibiendo el aprendizaje como una construcción individual y colectiva de conocimiento(Vygotsky).

Se propone en  la categoría Política lo cultural como proyecto colectivo, donde se contempla la realidad como un complejo de relaciones históricas, la organización social como mecanismo de desarrollo (normas, reglas y organizaciones políticas).

Lo económico está estrechamente relacionado con  el ámbito cultural,  en un sentido de causalidad sobre el desarrollo humano y social. Debe abordarse a partir de  formas de organización política y de relación social, las estructuras del orden jurídico, que también están  condicionadas por  los procesos que cada sociedad a desarrollado a través del tiempo, así como los patrones de desarrollo tecnológico, las limitaciones o posibilidades del espacio y la formación cultural de la sociedad.

En consecuencia con la construcción de identidad, los  procesos  y problemas económicos deben ser abordados en la escuela reconociendo su complejidad, es decir interrelacionados con el espacio geográfico en un proceso histórico, coherente a la comprensión de los cambios tecnológicos y con las bases institucionales de las sociedades, lo cual implica de los maestros se enfoquen en dos frentes; el primero, abordar las relaciones entre lo  político y espacial-temporal. El segundo frente radica en lograr juzgar nuestra realidad desde una perspectiva crítica, y constructiva, para poder relacionarla con otros lugares y espacios  diferentes.

En este sentido se requiere de una formación de sujetos que logren unir el mundo cultural con lo económico, que construyan estrategias para deshacer el consumismo que tanto mal hace a la sociedad, que impide la evolución ideológica y cultural. Se debe buscar con mucho rigor el puente que nos lleve a auto conocernos, conocer nuestros propios procesos y los procesos de nuestro entorno, para que: Potencie nuestra autoestima, ayuden a consolidar la individualidad y a salir del individualismo, nos lleve a elegir ser solidarios (no a vernos obligados a serlo), ganar sensibilidad y capacidad para aceptar la incertidumbre (rasgos estos existentes en la cultura popular pero que hoy había que ampliar para actuar en lo global) y conocer las lógicas de las diversas culturas con el anhelo de facilitar una comunicación más amplia y profunda que nos permita negociar conflictos y construir sentido colectivo.
Hannoun Hubert, denominado la conquista del medio por el niño,  dice que el escolar pasa por tres etapas, de la aprensión del espacio. El espacio vivido, en el que tiene una experiencia y contacto físico directo con el medio, bien sea con su familia, en los juegos o en la calle. En este ámbito el medio es percibido holísticamente, y tras haberlo sentido ha de ser reflexionado.
Si en la anterior etapa era necesaria la experimentación, en la siguiente, el espacio percibido, priman la percepción y la observación ya sea del barrio, la ciudad o el colegio, se emplean documentos audiovisuales y escritos con el fin de enseñar por medio de estos  el pensamiento analítico y a descubrir lo que significan; además, en esa etapa se distinguen actividades de otras áreas de reconocimiento como matemáticas, lenguaje y enfoques desde la historia, geografía  o la ciencia, etc.
La última etapa es el espacio concebido, en la que se aprehendería el espacio a través de la elaboración de esquemas como resultado de una relación abstracta.
El pensamiento histórico con toda su complejidad de aspectos, articula críticamente lo nacional con lo mundial, demuestra las interrelaciones y la multicausalidad de los problemas o acontecimientos aparentemente de carácter nacional/local, pero con un fuerte trasfondo internacional. Da cuenta de la existencia de otras culturas, aparentemente ajenas, además de las nacionales, que influyeron en el pasado del país, lo hacen en el presente y, en gran medida, hacen parte de la determinación futura del país.
Metodológicamente el pensamiento histórico contempla como criterios pedagógicos que el estudiante no solo conozca el proceso de producción de la historia ya elaborada y aprenda algo de ella, sino que también dentro del aula, la deconstruya. De allí, partir nuevamente hacia su construcción con visión personal y creativa.
Desde lo procedimental, el criterio pedagógico fundamental del pensamiento histórico estaría dado por la deconstrucción entendida como una interpretación consciente de la historia que se recibe elaborada. A partir de esta se posibilita un proceso crítico y creativo a través de la imaginación y la recreación, enmarcado dentro de un proceso de investigación/descubrimiento[1].




[1] Orientaciones curriculares para el campo de Pensamiento Histórico. Serie cuadernos de currículo. Alcaldía mayor de Bogotá. Bogotá, 2008. Pag.61-92