La problemática ambiental mundial causada principalmente por la utilización inadecuada que ha hecho el ser humano del territorio y de sus recursos naturales, ha conducido a una crisis que pone de manifiesto la necesidad urgente de reorientar la interacción hombre - naturaleza, como medio para garantizar su supervivencia en el planeta.
A esta problemática mundial no se escapa Colombia, en donde la crisis ambiental ha tomado una connotación dramática, reflejada especialmente en la explotación inadecuada de algunos recursos y en el frecuente inadecuado uso del territorio, lo que afecta a diversos sectores como el económico, social y político, entre otros, de todo el país.
Alertado por las consecuencias y a tono con el interés internacional de ésta problemática, el gobierno Colombiano ha realizado durante la última década una serie de esfuerzos, cuyo objetivo básico ha sido el de generar herramientas que orienten un proceso de planificación con alternativas, para mejorar el uso y ocupación del territorio y así estabilizar la situación económica, social y ambiental del país, en el marco del desarrollo sostenible.
Estos esfuerzos se plasman en la Ley 388 de 1997 de Desarrollo Territorial, la cual exige a todos los municipios y distritos del territorio colombiano, elaborar su plan de ordenamiento territorial.
La intención consistía en que estos planes se constituyeran en la carta de navegación de los municipios para el corto, mediano y largo plazo, y el instrumento de planificación que debiera orientar el desarrollo sostenible de nuestro país, existiendo de antemano un gran compromiso acompañado de una muy buena intención por parte de todas las instituciones gubernamentales de apoyar estos procesos.
El proyecto a desarrollar se da en unas condiciones muy particulares del contexto global, nacional, de la vereda y la escuela.
El planeta se encuentra enfrentando un grave problema ambiental que ha ocasionado bruscos cambios climáticos, desastres naturales y pérdida de la diversidad natural; todo esto ha sido ocasionado por los seres humanos que en busca de la globalización y de mejorar sus condiciones de vida han destruido nuestro entorno y nuestras principales fuentes de vida que ponen en peligro las futuras generaciones.
Todos estos cambios ambientales, afectan directamente a cada uno de los países. Si hablamos del nuestro, Colombia, podemos decir que es uno de los países más ricos del mundo en diversidad de flora y fauna teniendo en cuenta las pérdidas innumerables que hemos sufrido debido a los malos hábitos de vida de los que allí residen, como las clases capitalistas que en busca de riquezas han transformado nuestro país sin darse cuenta del mal que hacen a los sectores populares y a ellos mismos.
Acercándonos a nuestra realidad, tenemos la más reciente obra en contra del medio ambiente, La Represa del Quimbo, que solamente resulta beneficiosa para personas extranjeras pues recibirán grandes ingresos económicos y traerán su propia mano de obra a cambio de la gran pérdida del terreno natural y la cantidad de especies nativas que serán desplazadas de su habitad.
La Cuenca del río Las Ceibas está ubicada al oriente de Neiva, limitando por el Norte con la cuenca Río Fortalecillas en medio de las montañas de Santa Rita, San Antonio, San Miguel y Yucales; por el Sur con Cerro Neiva, Cuchillas, San Bartolo, Motilón, fronteras de la micro cuenca del Río Loro; a su Oriente con la Sub cuenca del Río Balsillas en plena división de los departamentos Huila y Caquetá; por el Occidente con Río Magdalena a la altura de Neiva.
En la zona alta de la Cuenca se encuentran dos áreas protegidas, una de carácter nacional llamada Reserva Forestal Protectora Las Ceibas declarada mediante acuerdo 015 de abril de 1983 por el INDERENA, y otra de carácter regional denominada Parque Natural Regional Siberia Ceibas declarado por la corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) mediante acuerdo del Consejo Directivo 013 de septiembre del 2007. Estas áreas hacen parte los ecosistemas Santa Rosalía y la Siberia, los cuales son estrellas fluviales de los departamentos del Huila y Caquetá.
Este ecosistema es un área ecológica de gran importancia desde el punto de vista social, económico y ambiental, es la única fuente de agua potable para los 295.000 habitantes de la ciudad de Neiva, correspondiente al 29,5% de la población del departamento del Huila; brinda la oferta ambiental para el sustento de 600 familias campesinas que habitan en su área rural; es fuente de servicio ambiental; y principal insumo para los diferentes sistemas agroindustriales de la capital Huilense.
Pertenecen a la Cuenca 19 veredas, en 5 de ellas se realizará la práctica (El Centro, Platanillal, Floragaita, los Cauchos y Pueblo Nuevo) todas sedes de la Escuela Normal Superior de Neiva; la primera se encuentra ubicada a 5 kilómetros del casco urbano y la ultima a 35 kilómetros; con recorridos entre 20 minutos y 2 horas ½, dependiendo del medio transporte que se utilice (chiva, camionetas, buses, motos).
Contribuyendo al país con nuevas alternativas para la conservación del medio ambiente, encontramos el proyecto que se está adelantando en la micro cuenca del Rio Las Ceibas, “Por amor al río reforestamos, reciclamos y embellecemos”, en la cual participan las veredas que hacen parte de este sector.
